ED.

Encontré mi Twitter dedicado a botar en alguna parte los pensamientos a cargo de mi desorden alimenticio. Lo encontré, leí los tweets, y lo eliminé.

Se supone que estoy "en recuperación", pero es muy frecuente pillarme pensando en cuántas calorías tiene lo que sea que esté comiendo, o comer mientras la conciencia me impide disfrutar la comida.

Algunas personas tienen un problema con la comida en un corto plazo. Otras, intermitente. Y otras, problemas desde siempre. Yo trato de recordar lo que sucede en mi caso y creo que siempre he tenido un problema con eso.

Cuando era chica me robaba los tarros de leche condensada y me los comía en menos de 15 minutos. O simplemente robaba plata para comprar tarros que escondía en mi pieza. Si me regalaban una barra grande de chocolate, hecho del que mis papás eran fanáticos, me la tragaba en el mismo tiempo, incluso menos. Siempre me molestó que después me preguntaran por la famosa barra y me gritonearan por no convidarle a mis hermanos ni a nadie. ¿Para qué diablos me hacían regalos así?
La pregunta debería ser, ¿para qué diablos siguen haciéndome regalos así? Hace unos días mi madre ha vuelto a regalarme una barra, según, para que yo no esté enojada. Me había mosqueado porque dijo que yo no tenía vocación de nada.

En el Twitter, que correspondía al año 2012, encontré una foto mía sin cara, donde mostraba con evidente enojo mis 55 kilos. Lo más bajo que pesé fue 51. Quería con todas mis ganas pesar 47. He escrito esto y me he puesto a llorar, porque acabo de descubrir que aún quiero y que no sé por qué me hago esto una y otra vez. La recuperación es una puta mierda difícil y tampoco fue hace tanto tiempo así que es como si hubiera sido ayer cuando me mataba estudiando y haciendo ejercicio, me iba a dormir sin comer, me obligaba a vomitar aunque comiese dos cucharadas de lo que fuera...

Me da terror subirme a una pesa y estoy súper disconforme con mi cuerpo. Obligarme a comer a cada rato es una de las basuras más difíciles que hago y lo hago a cada rato aunque me cueste. Y estoy cansada de eso, de tener que obligar a mi maldita mente a dejar paso a una actividad que para algunos es tan fácil como comer. Comerse una galleta. Tomarse un café o un helado. Comerse unas papas fritas. Mierda.

Pero estoy en eso. Supongo que estoy "en recuperación" y supongo que debe ser así.


Comentarios

Entradas populares