Tratamiento n° 500 para una vida en pausa

Estoy preparando la información que diré en una nueva consulta psiquiátrica y bastaría simplemente con recorrer alguna de las publicaciones antiguas de este blog para darse cuenta de algo que siempre, siempre he sentido que está mal. 

Por estas fechas siempre vuelvo a terapia, en septiembre inician los síntomas más fuertes y que potencialmente amenazan mi vida con ideas incorrectas sobre mi paso por este mundo. Estoy igual cada año, sentada en la misma circunstancia, agotada de la misma batalla diaria por sobrevivir en un mundo hostil y cargado de negatividad, presa de constantes maltratos en un diálogo interno que pareciese ser autoimpuesto para todas las personas que me rodean, pero que yo sé que no es mío. 

Quise poner por escrito tantas veces lo que colmaba mi paciencia, aquello que me hacía tanto daño. Traté de mil maneras borrarlo de mi cotidianiedad, distraerlo con evasivas o con otras acciones más "llamativas". El punto es que nada me es llamativo. Nada. Y no hay caso con seguir intentándolo; tengo 34 años y siento lo mismo desde hace veinte. 

Quizás solo deba dejar que todo pase, irremediablemente, aceptar esto que llevo conmigo y dejar que me consuma. Pelear contra eso no sirve. Estoy agotada. Estoy agotada. 

Comentarios

Entradas populares